EL BAMBOO: UN MATERIAL FUERA DE SERIE

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Cuenta la historia que después de estallar la bomba atómica en Hiroshima, solamente quedo muerte y desolación. Según varias fuentes consultadas por internet, “Todo había sido arrasado, pero en medio del cráter asomaba erguida, como símbolo de esperanza, una vara de Bambú. Totalmente quemada, muerta, pero de pie, firme”. Además, se dice que un sobreviviente rescató y transportó heridos durante varios días, remando con la ayuda de un palo seco de bambú.

Desde tiempos milenarios la naturaleza nos ha brindado una de las materias primas más nobles y extraordinarias, que no sólo tiene innumerables usos en la vida cotidiana, sino que, además, contribuye a preservar nuestro planeta por ser completamente biodegradable: el Bambú.

Fue en Asia en donde se comenzó a utilizar el bambú, hace más de 6 mil años, y a la fecha se han encontrado más de 1.500 aplicaciones, desde la alimentación humana y animal, construcción, mobiliario, vestido, medicina, instrumentos musicales, diferentes rama de la industria y hasta la aeronáutica.

Por su tamaño y aspecto se pensaría que el bambú es un árbol pero no es así. Es una simple hierba que puede alcanzar hasta 30 metros de altura y entre 45-60 cm de diámetro, con un ciclo de vida de poco más de un siglo. Se calcula que hay más de 50 géneros y alrededor de 1200 especies de bambú. Un brote crece en promedio entre 8-15 cm diarios en su ambiente natural, y, bajo ciertas condiciones, puede llegar a crecer 1 metro en 24 horas, convirtiéndole en la planta que se desarrolla más rápido. Lo más sorprendente es que puede producir nuevos tallos cada año sin necesidad de reforestación.

Los brotes tiernos (congollos) son alimento de alto valor nutricional por su contenido en fibra, y las hojas fuente de sustancias diversas utilizadas en la elaboración de cosmética para cabello y piel, y fármacos, por poseer efectos anticancerígenos.

Raquel Fernández, en su artículo “Los mil y un usos del milenario bambú” publicado en un boletín digital de la Universidad Centroamericana, señala que el carbón que se obtiene del bambú es un material usado en la fabricación de baterías eléctricas. El mejor ejemplo práctico de la historia lo tenemos con Edison, quien utilizó filamentos carbonizados de bambú para descubrir la lámpara incandescente.

En lo que respecta a la fibra de bambú, es mejor que cualquiera de madera para fabricar papel. Se estima que una hectárea de bambú produce aproximadamente su equivalente en pulpa de papel. Pero es sin duda su aplicación en la construcción y diseño de interiores en donde está perfilándose como el material del futuro, por sus tres factores fundamentales: su resistencia, durabilidad y sostenibilidad.

Construcción y Arquitectura.

La resistencia y dureza del bambú, equiparable al acero, sobrepasa a maderas como el roble, por lo que se ha convertido en fuente de materia prima en la industria de la construcción: como material estructural sismo-resistente y fabricación de laminados; artículos para el hogar y deportivos; así como eco-plásticos para la industria automotriz.

Su flexibilidad y alta resistencia a la tensión, hacen que el muro de bambú sea anti sísmico. Además, el blog Espacios de Madera, dentro del artículo “El bambú: un material sostenible, duradero y resistente” (Enero 20, 2012), menciona que gracias a su composición de tiras alistonadas, el bambú es un material muy poco sensible a la humedad y cambios de temperatura, lo que lo hace ideal para calefacción por suelo radiante y colocación en habitaciones húmedas como cocinas y baños, así como mobiliario en exteriores. Prácticamente todo puede ser hecho con bambú: desde vigas y paredes, hasta tabiques interiores, cañerías y tejas. Todo, excepto lo que requiera contacto directo con el fuego.

Las viviendas construidas de bambú aíslan del frío, del calor y del ruido debido a las cámaras de aire que forman sus troncos. Arquitectos como Simón Vélez, Kengo Kuma, Vo Trong Nghia y Saxe Benjamín García, son referencia a nivel mundial en el uso del bambú por sus innovadoras construcciones. En España destaca la cubierta de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, obra del arquitecto Richard Rogers.

Catedral en Pereira, Colombia (Simón Vélez)

Diseño de Interiores.

Arquitectos y diseñadores de interiores ven en el bambú un elemento muy versátil para hacer muebles a la medida de interior y exterior, puertas, jardines, e inclusive utensilios de cocina, baño y ornamentos.

Como fibra textil el bambú tiene propiedades magníficas: alta transpirabilidad (absorbe hasta 3 veces más que el algodón), neutraliza los olores tanto de humedad como corporales, protege de los rayos UV y de las ondas electromagnéticas, es antibacterial e hipoalergénico; ligero, suave y confortable como la seda y el cashmere; termo climático, biodegradable y fácil de lavar (se lava en frío y no requiere de suavizante)

El bambú presenta funciones anti bacterianas particulares y naturales, así como anti olores, intrínsecas a la fibra incluso tras 50 ciclos de lavado. Gracias a su estructura molecular, posee una gran cantidad de micro espacios o micro huecos que le otorgan su gran capacidad de absorción y ventilación, por lo que puede absorber y evaporar casi instantáneamente el sudor humano.

En un mundo donde la conciencia ecológica toma cada vez más relevancia, el bambú viene a ser un gran sustituto dentro de la industria turística y de bienestar. El proporcionar a clientes sofisticados espacios bellos, cómodos, funcionales, y además con todas las propiedades intrínsecas ya mencionadas anteriormente sobre el bambú, puede ser una ventaja competitiva para hoteles de lujo, clubes de playa y spas.

Zonas comunes Avda. Brasil, 30. Estudio B76.

Con la fibra textil de bambú se pueden forrar muebles, hacer colchones, cortinas, sombrillas de sol y hasta las camas de playa. Imaginar un espacio así, en donde la humedad y los olores de los muebles, ropa de cama y baño deja de ser un problema, y además cuidan las pieles más sensibles de alergias, protege de los rayos UV y de las ondas electromagnéticas que provienen de todos los aparatos tecnológicos que hoy en día utilizamos… ¡Todos estos beneficios sin dañar el medio ambiente!

En términos económicos también existen ventajas significativas, ya que el bambú como materia prima es menos costosa que otros materiales, y como fibra textil reduce ampliamente el costo de operación, ya que es altamente resistente, se lava y seca en frío sin requerir productos químicos ni suavizantes. Sin duda resulta muy atractivo para la industria del turismo por su relación costo-beneficio.

Toalla Urban Bamboo

Urban Bamboo es una empresa suiza especialista en la asesoría y consultoría en el uso del Bambú para esta industria. Además, provee productos de este material supervisando su calidad y con enfoque en el desarrollo de proyectos a la medida.

El bambú es tan noble y con propiedades fuera de serie. ¡Un verdadero regalo de la naturaleza!

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