Estudio b76. Suit Duplex. Hotel NHC Palacio de Tepa. Fotografía: Octavian
A finales del siglo XVIII, Don Francisco Leandro de Viena, Conde de Tepa, encarga al arquitecto Jorge Durán el proyecto para la construcción, en los terrenos situados entre la calle de Atocha, San Sebastián y Plaza del Angel de Madrid, del palacio familiar.
El proyecto, de estilo Neoclásico italianizante, es del gusto del entonces Arquitecto Mayor de la Villa, Juan de Villanueva quien participa también en el diseño.

Jorge Durán fue alumno de Le Roy, arquitecto ilustrado francés, de quien asume las premisas del palacio urbano burgués neoclásico, libre de decoración supérflua. Elegante racionalidad alejada del sobrecargado palacio barroco acostumbrado.

Posteriormente el palacio se transforma en viviendas y locales en planta baja, perdiendo en su interior prácticamente todos los vestigios de su origen palaciego.
En 2004 es transformado en Hotel 5* para la compañía NH Hoteles por los arquitectos Javier Feduchi y Werner Durrer.
Transcurridos 20 años, NH hoteles encarga al estudio de arquitectura e Interiorismo, Estudio b76, la redecoración y nuevo amueblamiento de sus 85 habitaciones, Recepción y acceso desde calle del Angel.
En palabras del arquitecto y director del estudio, Carlos Hernández-Carrillo: “Tras el encargo del proyecto, nos hospedamos una noche para sentir de primera mano qué nos transmitía el establecimiento hotelero. Nos fascinó su arquitectura Neoclásica, que en fachadas y patios se conservaba tras el proyecto de Feduchi; nos dejó neutros el interiorismo, que sentimos más como el propio de una celda monástica que del alma que el palacio Neoclásico debió albergar antaño. Nuestro objetivo era recuperar, con el ajustado presupuesto disponible, parte de esa riqueza que el minimalismo interior había sacrificado. Textiles, espejos, papeles pintados y una iluminación cálida debían ayudarnos en este objetivo.”


De esta manera la intervención de Estudio b76 en las habitaciones se enfocó en enriquecer, principalmente, las paredes tanto del cabecero como la correspondiente a la televisión, incorporando unos “biombos” de papel pintado modelo Forest con motivos naturales de Dolz Collection enmarcados en madera de tono Wengué, así como de la incorporación de nuevo mobiliario, equipamiento e iluminación. Este elemento, junto con el textil geométrico del plaid de Gancedo, marca su nueva personalidad decorativa.
Estos “biombos” se intercalan con paneles de espejo bronce de suelo a techo produciendo un efecto de continuidad de la habitación al otro lado.

Se sustituyó la mesa escritorio habitual por una mesa redonda modelo Malcontenta de Dadra, con dos cómodas butacas a su lado, modelo Alissa de JMS Portugal, acentuando la comodidad y sensación de espacio doméstico que se buscaba.
Para las mesillas, maleteros y escritorios, Estudio b76 diseñó mobiliario exclusivo para este hotel.

El suelo de madera maciza de wengué se restaura y se incorpora una alfombra imitación Yute a pie de cama de Naturtex.
La iluminación busca la calidez doméstica, incorporando nuevas tulipas a lámparas de cabecero y lámpara de pie, en textil de arpillera de Dajor, e incorporando aplique de lectura de LED C4.

El armario se reconstruye incorporando en él, el mueble bar y los amenites propios de NH Collection.
El proyecto de adaptación del antiguo palacio a su nuevo uso hotelero supuso asumir una rica variedad de tipología de habitaciones, según la situación y planta en la que se encuentran.
En planta primera la cubierta abovedada nos genera una tipología muy ligada a su composición arquitectónica estructural.

En planta segunda o Principal, la altura original permite la creación de junior suite dúplex y en ambas esquinas del edificio, las habitaciones suite, donde a doble altura se ha situado el dormitorio principal.

En planta cuarta, el espacio abuhardillado también nos deja a la vista la estructura de madera que compone la cubierta.

La intervención en la Recepción, antiguo patio interior del Palacio de Tepa, cubierto con acristalamiento en el proyecto de Feduchi, es también objeto de la intervención de Estudio b76, quienes recuperan la idea de invernadero para este nuevo interiorismo.
La recepción se amuebla con sofás y sillones de exteriores de Expormim y se inunda de plantas recordando su antigua condición de patio. Enmarcando la zona estancial con alfombra de Naturtex, modelo Tamisferro de yute con hilos de cobre.

El fantástico cuadro abstracto existente, muy matérico en su composición se ensalza creando la sensación de que flota, gracias a la estructura metálica de soporte que lo enmarca, a la cortina de Trevira de Gancedo que se desarrolla detrás de él y a la retroiluminación.

El mueble de recepción tiene un cuidado diseño a nivel estético y operativo, destacando el empanelado enlistonado MDF en wengué de Materio, sobre de mármol emperador sobre perfiles laminados y lámparas decorativas modelo Lola de LZF iluminación. El mueble queda flanqueado por el wellcome desk y el mostrador adaptado prolongando el diseño anteriormente descrito.

De fondo unos biombos de estructura metálica en celosía dividen recepción del espacio arqueológico que hay detrás y donde gracias a una cuidada iluminación y un suelo acristalado podemos disfrutar de los restos arqueológicos del “viaje de agua de la Castellana”.
Tira de led a la altura del zócalo y Carriles con spotlight de Faro completan la iluminación del espacio.
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